Abuso de poder
Por: Adolfo Paniagua Contreras
Atacar a sus propios compañeros de partido con la saña del Estado Islámico (Isis), apartarlos de sus puestos de trabajo simplemente por revancha política, porque no aplaudan en el circo romano y celebren con Aristófanes las peculiares ocurrencias politiqueras del mandamás, es, dentro del abuso de poder, la forma más sádica de arrogancia que pueda exhibir un funcionario.
Esto está ocurriendo en el municipio de Constanza, específicamente en la alcaldía, donde el señor Ambiórix Sánchez Caraballo, ha cambiado la libre expresión del pensamiento por la mordaza, el sentimiento noble, por el odio y el rencor, la fuerza de la razón, por la razón de la fuerza, el espíritu de cooperación, por el servilismo, la fidelidad por la pleitesía, el lápiz por el garrote.
La manera más segura que él cree tener para reelegirse, es cancelando a todo el que no comparta el espíritu de sumisión con que pretende anular la voluntad de los demás, por lo que las ínfulas de profesional y joven (hay que demostrarlo en la práctica, y no joven por edad, sino por pensamiento y acción), han caído en el pantano de la más rancia soberbia, el orgullo y la pedantería.
Le toca a la dirección del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en esta ciudad, demostrar capacidad política y poner coto, inmediatamente, a los atropellos y vejámenes del señor alcalde, que en materia de estrategia política es un insipiente, porque si no hubiese sido por la oportuna asistencia del gobierno Central, hoy por hoy fuera el funcionario más incompetente de la historia municipal.
Él jamás debe usar el nombre del presidente de la República para reprimir a los compañeros que puedan tener ideas disidentes o que aún no estén definidos acerca de cuál posición adoptar frente al futuro inmediato de las confrontaciones políticas por el poder estatal.