La subestimación es un error

Por:  Asiris De Migón

Diente por diente

La cancelación del periodista Adolfo Paniagua Contreras de su función como director de prensa del ayuntamiento, ha provocado revuelo en Constanza y fuera de esa comunidad, porque, como ya el mundo de hoy es diferente a lo que fuera ayer, lo que hoy suena en un rincón, repercute en el mundo entero.

Los que conocemos a Pani, como le dicen en Constanza, Heráclito, en Villa Altagracia, Guillermo, en Santiago y San Pedro de Macorís, estamos satisfechos de su linaje histórico y de la continuidad en el tiempo de una conducta ejemplar, de una praxis consecuente con principios que van más allá de toda época y de toda circunstancia pasajera.

Muchas veces sucede que la gente juzga por las apariencias. Es posible que muchos subestimen a Pani porque es una persona humilde, decente, sobria, sincera, honesta, ignorando su capacidad y talento en diferentes terrenos de la vida, y su inquebrantable voluntad de resistir a las más terribles tentaciones, como sucedió en la cárcel de la Vega donde fue torturado por mantener su firmeza en los ideales que entonces defendía. Y, producto de esa subestimación, luego vienen los despertar en la realidad, los comprender que, aunque lo vean envuelto en hoja, no es un guanismo, como dicen en el Cibao.

Pani sabe manejar el arte de la comunicación social, expresa con claridad sus ideas, no es ambiguo, aunque en ocasiones recurra a metáforas poco usuales en esta degradación del  verbo que padece la humanidad.

Muchos lo envidian. Envidian su capacidad y su sentido de la honestidad y el decoro, y, qué bueno que hasta los que en un momento dado lo han adversado, justa o injustamente, aun sea de forma indirecta, reconocen esas virtudes en un hombre que, desde su juventud fue un ejemplo en distintos escenarios de la lucha social y política por las libertades públicas y la justicia social.

Nuestro reconocimiento a Pani Contreras, director ejecutivo de este medio de comunicación.