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Las parafilias (3)

TEMAS DE MEDICINA

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Por: Adolfo Paniagua Contreras 

Trastorno de fetichismo

La palabra fetiche, procedente del portugués, significa ídolo, en relación con un objeto de connotación mágica, que puede ser utilizado como amuleto, o como “espíritu” protector del hogar, la familia, un negocio, trabajo, amor, etc., pero con acepción muy amplia, tanto en el ámbito etnográfico, religioso, psicológico y cultural. Aquí vamos a tratar del “ídolo” referido a la esfera sexual.
Como sugiere el título de este artículo, el fetichismo es un trastorno parafílico cuya patogénesis es difícil de determinar, debido a la multiplicidad de factores que afectan la personalidad. Además, son variadas las situaciones en que puede manifestarse; unas veces exacerbado y, en otras ocasiones, como simple expresión de admiración o identificación por un determinado objeto sexual, generalmente inanimado, como puede ser una prenda de vestir o cualquier otra indumentaria femenina.
Sin embargo, como explican Remedios González Barrón et al, en la Introducción del tema “Contexto histórico de la psicopatología infantil”, en su tratado: “Psicopatología del niño y del adolescente”, pág. 20, cita a Mora, para referir que Galeno, famoso médico romano del Siglo 11 d.C., “Planteó también la existencia de relaciones causales entre síntomas de ansiedad y sexuales”.
Aquí el concepto “síntomas de ansiedad” abarca un conjunto de manifestaciones clínicas relativas a la actividad sexual que, de acuerdo con Héctor Sentíes Castellá et al, se clasifican en tres grandes grupos: disfunciones sexuales, parafilias (trastornos parafílicos, en opinión de otros autores, no parafilias propiamente dichas) y trastornos de la identidad sexual. (“Psiquiatría para médicos no psiquiatras”, pág. 171).
Es incuestionable que detrás del fetichismo sexual y cualquier otra expresión anormal de la libido, está el ego de la lujuria, una entidad tenebrosa con enorme capacidad de seducción. Pero este es tema de otro enfoque de la problemática tratada. Sin embargo, aunque con un concepto del Ego muy distante de lo que verdaderamente significa, algunos especialistas en psiquiatría dejan entrever la intromisión de éste en las perturbaciones píquicas responsables de los trastornos de la personalidad: “En esta forma el YO es una organización que influye en la forma en que las tendencias instintivas pueden alcanzar la conciencia y transformarse en acción”. Henry García Escobar: “EL YO, MECANISMO DE FORMACION DE SINTOMAS Y SIGNOS DE PERTURBACION MENTAL”, (“Principios de Semiología Psiquiátrica”, pág. 70).
“Cuando la conducta no es saludable, aparece la perturbación tanto para el individuo como para los demás; esta conducta nueva indudablemente es un ajuste, es una adaptación, pero no es satisfactoria; es una tentativa para resolver un conflicto, pero es una tentativa de solución, no una solución”: Luis Carlos Taborda R. et al, ob. cit., pág.137
En cuanto a la génesis de este trastorno, dice J. Morrison:
“El fetichismo suele iniciar en la adolescencia, no obstante muchos pacientes refieren intereses similares incluso en la niñez. Aunque algunas mujeres pueden mostrar cierto grado de comportamiento fetichista, casi todos los que padecen trastorno de fetichismo son varones. Tiende a ser una condición crónica, al grado de que para algunas personas un fetiche puede desplazar a objetos de amor más tradicionales”. (DSM-5 Guía para el Diagnóstico Clínico, pág. 570).
Para el fetichista es casi imposible la satisfacción en las relaciones sexuales sin la presencia de un objeto íntimo de la pareja: ropa interior, calzado, medias, pero con preferencia, los sostenes y las pantaletas, prendas que frecuentemente utiliza en sus manías masturbatorias, cuando no puede tener relaciones con la pareja o persona idealizada. –

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