ANÁLISIS/ Torpe manejo de las relaciones con Haití
NACIONALES
Si las tropas extranjeras llegan a invadir Haití, el gran ganador será el primer ministro de facto, Ariel Henry, y las mafias confabuladas para saquear los recursos mineros de esa pobre nación.
Las bandas armadas que operan en Haití tienen más poder de fuego que la Policía y someten al terror a la población con secuestros, extorsiones y robos.ARCHIVO
El 24 de diciembre de 2022 publiqué un análisis en el Listín Diario advirtiendo al país que “no esperen solución ahora a la triste tragedia de Haití” porque el gobierno dominicano había demostrado sobradamente que carecía de tacto y talento para afrontar ese desafío.
El tiempo, implacable, confirma que mis afirmaciones eran certeras puesto que desde hace diez meses, el gobierno de Luis Abinader y su ministro de Conflictos Exteriores, Roberto Álvarez, no han hecho otra cosa que complicar las relaciones con Haití.
La debacle en Haití
Tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021, las mafias haitianas –que lo mataron por contrato junto a poderes de Estados Unidos y gatilleros de Colombia-, asumieron el poder.
Muerto Moïse, políticos, pandilleros delincuentes, ‘empresarios’ y gánsteres políticos de Estados Unidos, vieron la oportunidad de incrementar el caos en Haití para empujar hacia afuera (República Dominicana) una parte importante de su población.
Tras ese éxodo forzado, el paso siguiente es convertir el territorio haitiano en un paraíso para robar recursos naturales en una sociedad carente de instituciones sólidas: Sin gobierno legítimo, sin parlamento, sin prensa libre, sin seguridad y sin organizaciones populares.