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Exhortación del Presidente da mala señal

Por: Adolfo Paniagua Contreras

Santo Domingo, R.D.- "En medio de la incertidumbre que ha generado el brote de la fiebre porcina africana en los cerdos de varios pueblos del país y que incluso ha disminuido la venta de la carne del animal en los mercados, el presidente Luis Abinader almorzó ayer un plato con el producto e insistió al pueblo dominicano a hacer lo mismo".

Así encabeza un diario nacional la reseña de un encuentro del mandatario con porcicultores de la poderosa Junta Agroempresarial Dominicana (JAD). Pero hay que puntualizar algo, y es lo siguiente:

Encuentro pocicultores
El presidente Abinader promociona consumo carne de cerdo (Fuente externa)

El presidente de la República puede darse el lujo de comer lo que quiera, sin ningún riesgo para su salud, pero no el pueblo, la masa hambrienta de los tugurios. Nadie osaría darle al Presidente carne de cerdo con fiebre porcina; pero a la gente pobre, a los desheredados de la buena suerte sí, sobre todo en un país de tanta irresponsabilidad, donde todo el que tiene algo de poder hace lo que le viene en ganas con tal de aumentar sus caudales.

Es lógico pensar que el primer mandatario no comería carne expuesta en ambiente insalubre, como son los principales mercados y carnicerías del país; lugares de los cuales las autoridades de la salubridad pública se hacen de la vista gorda, de las pésimas condiciones de higiene en que operan.

Muchos de los lugares de expendio de este tipo de mercancías no reúnen las condiciones de higiene para su venta

Dejémonos de payasadas. Ya en este país no hay guacanagarixes, aunque sí, muchos tumba polvo, arriba y abajo, unos por oportunismo de todo tipo, y otros por ignorancia, falta de dignidad o necesidad de sobrevivencia ante sus precarias condiciones de vida.

La actitud, el gesto del gobernante nos parece irresponsable y, al mismo tiempo, insensible a la salud de una población indefensa y carente de voz y voto para hacer que las cosas tomen el curso correcto que deberían tener.

Al parecer el espíritu de competitividad y ganancias de los poderosos están por encima de la salud de la población.

Cuando se desató el brote de peste porcina en el gobierno de Don Antonio Guzmán Fernández, no hubo titubeos en sacrificar la población porcina criolla, que fue reemplazada por los cerdos gringos. Ahora, ante el nuevo brote de la enfermedad, el presidente de la República exhorta a la población a consumir la carne de esos animales, independientemente de que esté contaminada o no. ¡Pobre país, pobre pueblo dominicano!

Estados Unidos prohibió la entrada de productos de República Dominicana elaborados a base de carne porcina, pero aquí la máxima autoridad del país llama a la población a consumirlos.

Incluso, el porcicultor, Luis Brache, dijo que ese sector está enfrentando dos crisis, una sanitaria y otra comercial, pero, ni tonto ni perezoso, exhortó a las autoridades a "incentivar el consumo del cerdo".-

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